"Un “buen dentista” es aquel que realiza su trabajo anteponiendo la salud a razones económicas, que empatiza con el paciente, que lo escucha"

"Un “buen dentista” es aquel que realiza su trabajo anteponiendo la salud a razones económicas, que empatiza con el paciente, que lo escucha"

  • miércoles, 15 de mayo de 2019
  • Cádiz

Diego Rodríguez Menacho, de Cádiz capital. viene ejerciendo como dentista desde 2004, desde 2010 como perito y desde 2015 como letrado. Actalmente ejerce en su propia consulta en una barriada llamada Río San Pedro, de Puerto Real, y en otras clínicas de la Bahía. Hablamos con él en esta entrevista realizada por nuestro Colegio. 

Está en el ejercicio profesional como dentista, como abogado ejerciente y perito judicial del ámbito odontológico.
¿Cómo se logra compaginar estas 3 facetas?

El binomio dentista-perito es más sencillo ya que para poder ejercer como perito son necesarios conocimientos y la experiencia en el aspecto clínico. La abogacía es más complicada, un trabajo demasiado intelectual para la retribución que pueda conllevar, aunque es bonita.

¿Qué ventajas tiene el conocer estas tres ramas para el desarrollo de su profesión?

Muchas, sobre todo a la hora del ejercicio como perito: la soltura que se tiene al redactar y defender un informe pericial en sede judicial es mayor cuando se tienen conocimientos jurídicos porque se conoce cómo se desarrolla el procedimiento. Observo que cada vez más el ejercicio clínico propio y de mis compañeros se está derivando a una Odontología defensiva, donde el paciente es “sometido” a firmar y firmar, y donde se debe custodiar la historia clínica completa como si fuera un verdadero tesoro.

¿Qué tipo de casos abarca más en el caso de la peritación judicial?
 

Implantes, sobre todo. Es impresionante cómo se ejecutan ese tipo de tratamientos sin las más mínimas pruebas diagnósticas preceptivas, y por compañeros recién graduados. Pienso que esta profesión requiere de un aprendizaje continuo: yo mismo no comencé a colocar implantes hasta que ya llevé unos cuantos años ejerciendo como dentista general. En menor medida, son tratamientos de prótesis fija y ortodoncia. La excepción a la norma son peritaciones de ciudadanos que se caen en la vía pública y se rompen los dientes y la dentadura, reclamando al Ayuntamiento el importe de los perjuicios, o la de cuantificar el daño en agresiones producidas entre personas.


En el caso del intrusismo profesional, ¿a qué conclusión llega en sus estudios en el momento actual?


Que queda mucho por hacer, con un compromiso de todos: ciudadanos, compañeros, Colegios y el poder legislativo. La actual legislación penal es muy permisiva, por lo que por mucho que se denuncie por parte de los pacientes y de los dentistas, con el apoyo del Colegio como se ha demostrado objetivamente, las penas que se imponen es simplemente el pago de una simple multa. La estrategia de nuestro Consejo General con el acercamiento a partidos y representantes de instituciones políticos darán sus frutos.

¿Cuál es la parte de la parte del trabajo que más disfruta?

Cuando el paciente te agradece que le hayas quitado el dolor, o cuando se ve en el espejo y observan el cambio a mejor de su boca después de una ortodoncia o una prótesis. En el caso de las peritaciones, cuando el Juez o Magistrado apoya su resolución en el informe objetivo y fundamentado que has elaborado, cuando tiene la potestad de valorarlos “según las reglas de la sana crítica” según dice la ley¿Cómo es el paciente de hoy día?, ¿Hay diferencia con respecto al de hace unos años?

Más informados, cosa que me parece estupendo ya que el paciente tiene el derecho (y el deber) de estarlo, pero a la vez con más desconfianza respecto al colectivo de dentistas, aspecto que me parece razonable a causa de los engaños que están realizando determinadas clínicas por determinados dentistas que se prestan. Me resulta paradójico que éstos aleguen que están siendo presionados  o que deben cumplir unos objetivos: les animo a que acudan a su respectivo Colegio para ponerlo en su conocimiento y no publicarlo anónimamente en redes sociales.

¿Cómo podemos saber que el facultativo que nos atiende es un buen dentista?

Pregunta bastante difícil de responder, por no calificarla de imposible. Lo que sí puedo es definir el concepto: un “buen dentista” es aquel que realiza su trabajo anteponiendo la salud a razones económicas, que empatiza con el paciente, que lo escucha, y que le ofrece lo que quiere, siempre que se pueda.


 
¿Qué opina de la polémica que siempre suscita el hecho de si la Seguridad Social debe o no dar cobertura a la salud bucodental?
No debe ser una polémica: a la consulta vienen muchos pacientes para realizarles exodoncias de manera privada, y es un tratamiento que se ofrece por el Servicio Andaluz de Salud. Una salud pública oral repercute en un bienestar de la sociedad, un menor número de bajas laborales, por lo que quizás la prevención sea más barata que los tratamientos.


Actualmente realiza una estancia académica en nuestra sede donde ha completado su redacción de su tesis doctoral en Ciencias de la Salud (Intrusismo Profesional) y está realizado la referente a Ciencias Jurídicas (Colegios Profesionales) que le habrá permitido conocer de primera mano la labor diaria que lleva a cabo el Colegio Oficial de Dentistas de Cádiz hacia sus usuarios. ¿Qué opinión le merece en líneas generales?

Me ha sorprendido bastante, a mejor. No me esperaba que en el Colegio se realizasen tantas tareas que redundan en beneficio del colegiado, de los pacientes y de la población. En el ámbito del intrusismo, y con los datos obtenidos en la tesis doctoral sobre el intrusismo, debemos estar orgullosos por la gestión llevada a cabo por nuestro Colegio, que hace lo que puede dentro de la legalidad vigente. No obstante, como en cualquier organización, hay áreas de mejora, con medidas que pueden ser implantadas para ofrecer un servicio de más calidad, pero no puedo adelantar los resultados, la discusión y las conclusiones de la tesis doctoral sobre Colegios Profesionales sobre tales extremos.